Egótico.

“Qué puedo saber, qué puedo hacer, qué debo esperar.”
Inmanuel Kant. 

Al igual que tú, tengo derecho a tener derechos y los tuyos terminan donde empiezan los míos; la justicia es la frontera que separa unos de otros y es el lugar en que se comparten. El secreto de gestionar las expectativas, esto puede constituir un propósito, el objetivo es buscar un propósito para gestionar las expectativas en el tiempo, preferentemente a largo plazo. 

“Curb your enthusiasm”
Larry David. 

Yo es copia e imitación, todos copiamos, la vida es un gran espejo; también somos filtros, a través de nosotros se filtran los restos del pasado, el presente es un lienzo. Somos el lápiz del futuro. En nuestros escritos vemos los restos que no se han colado, retenido, todo lo que no podemos decir a la cara. Los libros son un gran eufemismo, o al menos, uno muy largo. Al escribir, tratamos de contar la verdad de esa mentira que vivimos. Al escribir, definitivamente nos metimos a nosotros mismos. La verdad se ve, a veces, enfrenando ambas mentiras. Escribir es un careo con uno mismo. El lector es el juez. El lector es el testigo. Uno vive en su prisión de tapas y lomo, encuadernado con páginas por barrotes. Uno revive al ser leído, amén. La idea inicial recorre un viaje astral desde tu cabeza hasta la del lector, la eucaristía de tu pensamiento que se hace carne al ser leído, el espejo, el libro, el autor, el lector, el inicio, el destino, la historia, el vehículo, la pregunta, la necesidad, trascender, entender, parar. Desde que la idea sale de ti deja de pertenecerte. Somos usufructuarios de las ideas, creemos; somos el soporte físico de las ideas y conceptos, somos el hardware de la vida. Las ideas no nos pertenecen, discurren a través de nuestros circuitos. Nuestros circuitos sienten y tienen sentimientos. Le damos importancia a esto, a las emociones que las ideas producen en nuestros cuerpos. Cuanto más cercano interpretamos algo, más nos identificamos, el roce hace el cariño. Las ideas nos manipulan. Las emociones. Las ideas son independientes. Las ideas nos cortocircuitan llegado el momento, la muerte es obsolescencia programada, la gran ley antimonopolio. Las ideas son inmortales. Son. Las emociones ni son nobles ni son villanas. Son las ideas las que quieren que pensemos eso. Las ideas son nihilistas. Son. El arte atrapa las ideas y las reviste de emoción. Ese es el mundo de los humanos. 

“Solo el necio confunde valor y precio.”
Francisco de Quevedo en el siglo XVII.

Vivimos en la burbuja de nuestros problemas, no escuchamos, hablamos demasiado. El poder no te lo da ni tener dinero ni que te lo deban, el poder es ser útil. Para ser útil hay que estar, para estar hay que aguantar, para aguantar hay que resistir, con frecuencia a pesar; lo fácil es creer que solo el dinero retribuye. Lo complejo es superar lo que invita a lo fácil. Poder observar es la mayor retribución, nos edita; evolucionar es editar. El tiempo edita porque todo lo muda, salvo el molde. La vida es útil, la vida siempre está, la muerte no existe, la vida usa la muerte para existir. Si crees en el valor no te pongas un precio. El precio es la fijación del valor para una transacción; quién sabe que tiene el valor ni lo comparte ni lo vende lo u t i l i z a; la vida usa la muerte para arrebatarnos el poder, ese es su derecho y además es justicia, se lo debe a los demás. El precio no solo es una cantidad de dinero, implica un número determinado de ajustes y reasignaciones del poder al servicio de lo que es útil según el nuevo concepto de valor. No siempre quien paga es el que ejerce el control. Una empresa es un mecanismo que facilita el intercambio de valor. Las transacciones son las sinapsis del sistema. 

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