La merienda cena
El verdadero control y, en definitiva, el poder, reside en conocer el futuro, a pesar de que lo que vaya a pasar sea en contra de uno mismo. Se puede predecir el futuro si se interviene el presente a través del estudio del pasado; por eso la historia es la base de la élite. Para este cometido son de utilidad las rutinas, la naturaleza las usa continuamente; todo son ciclos, tanto en la vida como en la naturaleza inerte, todo muta para que lo esencial siga igual.
La coyuntura universal. Era un poeta vestido de pijo; el camuflaje. Todos los depredadores utilizan uno. De mayores sabemos tanto que la vida nos mata. La experiencia, en última estancia, supone la puerta de salida, es un agujero negro que te absorbe disfrazado de vejez. En la edad avanzada se ha visto tanto que casi uno no ve. La pérdida sensorial nos hace impermeables. Se necesitan las rutinas para poder avanzar. El tiempo huye de sí, nunca vuelve, por eso siempre es el mismo. Solo si hay tormenta puede llegar la calma. En alta mar siempre vemos el mismo horizonte distinto. En la gran incertidumbre la respuesta está en acertar las preguntas.
El aprendiz de sabio debe pronosticar las revelaciones. El oro es un mito. Los mitos tienen un origen práctico. Lo práctico viene de la biología.
En el primer mundo muchos de los problemas son imaginarios; los problemas imaginarios pueden causar tanto daño como los que no lo son, de hecho, al tener un problema imaginario este se convierte en real. Las sociedades de occidente vivieron una transformación de su economía que pasó de los sectores primario e industrial al de servicios. Cuando uno vive de la economía intelectual, o sea, virtual y en gran medida burocrática, requiere del desplazamiento de la agricultura, pesca y la ensuciante industria hacia otros territorios que se encuentran en niveles de desarrollo cívicos y sociales anteriores, en donde los derechos humanos son más ambiguos. De manera paulatina, en la sociedad occidental crece la demanda y consumo de los bienes procedentes del tercer mundo, convertido ahora en fábrica y estercolero del primero, desapareciendo industria y sector primario en él. Esto no ocurre de la noche a la mañana, sino que son generaciones de adaptados e inadaptados que se van reagrupando en los polos de la sociedad, que va adoptando la forma de un reloj de arena acostado, en el que en el medio desasaparece la parte de la sociedad que antes ocupaba un mayor espacio, la clase media. El grupo de la población que no se ha adaptado depende de que el precio de los bienes que consumen sea bajo, lo que solo se da en aquellos que vienen de terceros lugares en los que la mano de obra exista en condiciones que en destino serían de semieslavitud. De manera adicional, los no adaptados carecen de formación que les homologue para ejercer un empleo en el conjunto del polo opuesto de la sociedad, por lo que ambos extremos adquieren la inercia de la endogamia. La falta de entendimiento entre ellos produce un aumento de la tensión e inestabilidad. La nostalgia del recuerdo de la sociedad que los perdedores de la ecuación del progreso vieron de niños, con unos padres trabajando en fábricas ahora inexistentes por inviables, crea el conflicto; la reacción esperada es que una vuelta a los códigos del pasado traerá consigo la prosperidad añorada. Lo único que puede ser asegurado es la llegada al poder de formas de gobierno autoritarias que parecían extinguidas.
Comentarios
Publicar un comentario