Nobel

 Una mente extraordinaria necesita ser reconducida; sometida al motor de una imaginación centrífuga, afronta sus albores con la inocencia de una brújula con cuatro nortes como puntos cardinales, la obsesión ansiosa como más probable destino de llegada. Sí la inteligencia te regala un laberinto interminable, si sobrevives a la pérdida y te encuentras de nuevo, reduces tu camino a una referencia circular, al infinito de empezar y terminar en el mismo lugar porciones temporales de ritmos predecibles; entender como las notas del jazz tratan de huir de la partitura, su dimensión sonora transciende por la evocación, sublimando la percusión percibida en el oído hacia pensamientos y ensoñaciones en fuga a través de los barrotes del pentagrama. Y me encierro en mí mismo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Flores salvajes.

Arte Sano