Infinitamente igual.
Resulta interesante conocer a una persona que convive con una característica muy evidente, como la belleza o la inteligencia, ver el efecto que esto a causado en ella y cómo ha moldeado su personalidad. Estas características consiguen que los demás gusten de estar en su compañía por lo que es cuestión de tiempo que interpreten al atributo como fuente de poder para influir en la voluntad ajena, sin caer en la realidad del asunto, que este poder no ha requerido ningún esfuerzo ni habilidad en especial pues ha sido recibido por el simple hecho de nacer, por lotería genética. Los personajes más interesantes son aquellos que una vez son conocedores de ese poder reniegan de él. Por lo general eligen una existencia solitaria que dedican a cultivar aquellos intereses en los que se sienten realizados y que les ayudan a desarrollar el desempeño de la función que la vida les ha encomendado en su rol social. La verdad como concepto ha perdido el centro, como todo, la posv...