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Mostrando entradas de julio, 2024

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Si te sientes superado por lo contemporáneo seguramente tu tiempo haya pasado.  Me acostumbro a las rutinas.  En dos horas de guerra se aprende más sobre la vida y las personas que en cuatro decenios de paz.  De repente, si todo es urgente, si un sentimiento de precaria provisionalidad invade, nace también la esperanza de que un escenario alternativo y en paz es posible, de que un futuro que valga la pena espera por ti.  Los ideales de paz y democracia han sido impuestos a los salvajes por igual procedimiento al que estos siguen en sus disputas por el poder, la violencia. Así a sido el modelo del imperio romano, de las religiones y de cualquier estructura conceptual que utilizando la irrefutabilidad de la máxima del bien común y el auxilio al débil, desplegando por la fuerza la obligación inexorable de su imposición.  Así, al igual que en la batalla se hacen evidentes los atributos de los que sobreviven, en el gobierno del tedio son la mentes sutiles quienes sub...

Tú = Yo

Todos vivimos como si nada pasase cuando en realidad no es así; la idea que subyace en que moriremos, que nada podemos hacer contra eso y que por más que nos aferremos al presente ignorando lo que pasará, el destino es inexorable, seremos naturaleza muerta, la total oscuridad.  Y a pesar de ello, de enfrentarnos a esa asesina invisible que es la vida, fingimos como que eso no va con nosotros, que la muerte solo atañe a los demás.  Es la certeza de este pensamiento, su conocimiento, lo que eufemísticamente denominan como la llegada del uso de razón a un niño.  Saber que lejos de ser especial, no eres más que otro a mayores, ni mejor ni peor, ni siquiera distinto. Entender lo precario de esta realidad, al menos puede suponer un inicio, si bien, desde luego implica el final de la inocencia, también supone el clavo ardiendo al que agarrarse; esto es todo lo que tenemos, tomemos en serio estas cosas tan inservibles del amor y la cultura.  Fueron muy afortunados, se quedar...

Limonete.

Todos vivimos como si nada pasase cuando en realidad no es así; la idea que subyace es que moriremos, que nada podemos hacer contra eso y que por más que nos aferremos al presente ignorando lo que pasará, el destino es inexorable, seremos naturaleza muerta, la total oscuridad.  Y a pesar de ello, de enfrentarnos a esa asesina invisible que es la vida, fingimos como que eso no va con nosotros, que la muerte solo atañe a los demás.  Es la certeza de este pensamiento, su conocimiento, lo que eufemísticamente denominan como la llegada del uso de razón a un niño.  Saber que lejos de ser especial, no eres más que otro a mayores, ni mejor ni peor, ni siquiera distinto. Entender lo precario de esta realidad, al menos puede suponer un inicio, si bien, desde luego implica el final de la inocencia, también supone el clavo ardiendo al que agarrarse; esto es todo lo que tenemos, tomemos en serio estas cosas tan inservibles del amor y la cultura.  Nada importa y, precisamente por ...

Azulejo inglés

El tiempo acude todas las noches a robarnos un trozo de vida, a cambio nos deja un espejo en el que mirar lo que fuimos, la experiencia.  En cuanto predecesores de lo que seremos, somos padres del mañana y a pesar de eso estamos revestidos de inocencia por saber menos que nuestro hijo. Al cuidarnos estamos educando al anciano, siendo un buen ascendiente del fruto tardío.  Viviendo el presente siempre tienes la misma edad.  No puedes pensar lo que vendrá, eso lo acelerará.  En el presente se debe prestar atención, nunca tener prisa.  Es sorprendente saber lo que pasará.  En tiempos de tormenta echamos de menos el tedio. De adolescente lo sufríamos, ahora en el atardecer celebramos la suerte de poder contarlo y de tener ganas. La mejor época es la previa a terminar la lectura. Dejar algo para el siguiente día. Disfrutar en calma con la satisfacción de haber hecho el ridículo y que no resulte pedante que te vean aceptarlo en paz.  Que gusto sentirse el ja...