Entradas

Egótico.

“Qué puedo saber, qué puedo hacer, qué debo esperar.” Inmanuel Kant.  Al igual que tú, tengo derecho a tener derechos y los tuyos terminan donde empiezan los míos; la justicia es la frontera que separa unos de otros y es el lugar en que se comparten. El secreto de gestionar las expectativas, esto puede constituir un propósito, el objetivo es buscar un propósito para gestionar las expectativas en el tiempo, preferentemente a largo plazo.  “Curb your enthusiasm” Larry David.  Yo es copia e imitación, todos copiamos, la vida es un gran espejo; también somos filtros, a través de nosotros se filtran los restos del pasado, el presente es un lienzo. Somos el lápiz del futuro. En nuestros escritos vemos los restos que no se han colado, retenido, todo lo que no podemos decir a la cara. Los libros son un gran eufemismo, o al menos, uno muy largo. Al escribir, tratamos de contar la verdad de esa mentira que vivimos. Al escribir, definitivamente nos metimos a nosotros mismos. La verdad se ve, a ve

La rotonda

“A la gente interesante no tienes que demostrarle nada, lo ven todo por sí mismos.” Mathilde Favier Formaba parte de un mundo en el que la comunicación se ejercía por medio del burofax, necesitaba una reinterpetación del código en el que discurrían las conversaciones, una forma en que la precariedad no se manifestara en la soledad de una decisión; era el momento de buscar un amigo, alguien con quien charlar sin el imperativo de echar cuentas del dinero que nos estamos jugando. Me costaba acordarme del hilo argumental, supongo que sentía algo parecido a la interface de Google, empiezas a escribir algo en el hueco destinado a ello y el buscador hace como que no sabe lo que estás pensando, al igual que antaño los curas ponían cara de asombro después de la primera confesión.  Un reproche es un inicio válido, si se trabaja lo suficiente puede llegar a ser un rencor. Civilizaciones enteras han surgido de rencores y mal entendidos. ¿Acaso no puede uno interpretar su vida a partir del vacío qu

Tomad y comed todos de él.

Llevamos en lo más adentro la necesidad y esperanza de curar y restituir, el ideal de equilibrar, que es la vida sin la muerte, retornar lo que se debe, el poder es pendular, la noche y el día giran la una en torno al otro y en cada vuelta alguien o algo indeterminado a través de sus dedos moldea ese hilo, la linealidad, hasta unir sus extremos y formar un círculo, la consciencia tiene dos lecturas, una subyacente escrita en el código que heredamos en cadenas de espirales y cuya lectura es interpretada y representada por los sentidos a modo de guion, la otra, la que aprendimos por la necesidad de contarnos historias que pudieran perdurar, los finitos aspiramos a la posteridad, que empezó con un trazo hecho en la tierra con una rama y su torrente hoy inicia la emancipación de sus padres, la inteligencia artificial, esta acude todavía a nosotros, como nosotros a esa partitura en escalera de caracol, al apuntador que da la nota para afinar, y la música comienza a sonar.  Se supone que viv

Walking dead

Llegamos al momento del paseo en que abordamos el inicio de la calle Barcelona, ante nosotros ese pórtico virtual que al ser traspasado te sitúa en otro país, el de latinos, subsaharianos y magrebíes a los que el primigenio reclamo cultural exportado a través de los tubos catódicos prometía la legítima expectativa de un sueño,  la homologación de sus vidas con occidente, su derecho a llenar la bolsa de basura con productos tos de Procter & Gamble y de envoltorios de ultraprocesados, el catecismo idólatra del templo dedicado a la E mayúscula combinada con series de números de tres dígitos; la formulación comestible de un alimento convertido en calorías vacías en el umbral inmediatamente anterior a la definición de veneno mortal a corto plazo, el prescriptor de enfermedades cardiovasculares, diabetes e hígado graso.  Según avanzas por la calle, los sentidos son arrebatados por olores, sonidos y visiones que invaden la frontera de tu intimidad en su intento de captar tu atención y en

Ego

Solo el que acepta tener miedo puede amar de verdad. Las ideas de justicia y verdad están intrínsecamente ligadas; lo que es cierto está delimitado por lo que no lo es. La inteligencia consiste en dirigir la mirada hacia la verdad. Si existe un poder verdadero debe ser integrador y pudoroso, reconocedor de ser mero facilitador del despliegue de la justicia. La mentira es la metáfora por medio de la que se implanta la enseñanza de lo verdadero. La verdad que expresa la justicia es el equilibrio. “Nadie hace el mal voluntariamente” nos dice Platón. En la naturaleza salvaje los seres siguen su instinto marcado por la llamada de las necesidades. Los humanos, por medio del tiempo libre otorgado a través de la tecnología, han evolucionado necesidades en deseos; la verdad justa es el bien, quien no lo practica es porque se equivoca de bien por medio de la ignorancia, por eso debemos practicar la inteligencia, para apartar el velo del desconocimiento y avanzar en lo que es justo; el sentimient

Igual y equivalente, exégeta del cero.

Lo bueno y lo malo depende del lado en que a uno le toque estar situado; las desgracias son ecuaciones de transformación, nada es igual tras una crisis, la vida se abre camino y busca la adaptación al nuevo curso por el que discurrir, el futuro está lleno de afluentes del presente y en todos ellos portamos el mensaje de la vida. Solo tememos lo desconocido, la incógnita que despeja las operaciones del cambio, la energía ni se crea ni se destruye, se transforma, somos energía en permanente transformación, somos el curso y el camino; no debemos perder tiempo en temer lo que vendrá, el futuro también somos nosotros. Somos el signo igual de la ecuación. Uno sabe que es mayor de verdad cuando ve a los jóvenes tratando levantar pesadas cargas en el gimnasio y es consciente que él ya no es capaz de hacer eso pero sabe como enseñar que otros lo consigan porque sobre su espalda descansa la acumulada en una vida y ha aprendido a soportarla; tiempo y equilibrio, paciencia. En un momento de su vid

Lana

Cada noche la vida reclama lo que es suyo, llama al día a su descanso, le dice a la muerte: tú eres porque y por qué yo nazco de ti todos los días, yo reposo todo lo que aprendí en la oscuridad de tu olvido. El tiempo existe y no existe a la vez, son los huecos, lo binario de nuestra obsesión. Somos intervalos y somos círculo. Somos salida y meta, fuimos y seremos. En sueños también somos fuera de nosotros, ahora redactamos consciencia, vigilia, pasado y futuro, fuimos y seremos el sueño en la noche, siempre reencarnación. Lo que es no se queja, sabe del mito que encierra, no mendiga, es feliz en su tranquila indiferencia, comprender que nada es diferente, no hay espacio en mí para un yo, y desde ahí disfrutar de la diferencia, de la diversidad en que el todo se manifiesta. La salud es austera, solo toma lo que necesita, debemos ir ligeros hasta la próxima toma, lo que es imprescindible volverá a nosotros, no se necesario recordar más. Deja el poder para otros, si hay unión en esto hab